Una mosca de oro el hocico le dice a otra: Oye ...mosca.
La otra mosca, alta cultura, dios ingrato y trono mental,
en displecente acento:
ah, eras tu.
Has memoria.
Varias, muchas he hecho.
Eso lo sé, pero se derrumban.
No recuerdo, no puedo recordar eso.
***
Este Dios lleno de várices y felpa peluquina,
de verga chistorra y refrita
crepitando algunos cigarrillos de tercera,
es nombrado,
invocado por los Suelos y la Bandera.
Ambos –Suelo y Bandera- se asisten derechos sobre la nada,
sobre un montón de várices y humo.
Cantaba Joaco que el destino es un maricón y Vallejo: "perdonen la tristeza"
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